Para “Reyes Magos” e intercambios de regalos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sugiere a los adultos ser cuidadosos al momento de escoger los juguetes que recibirán los menores, buscar algo que llame su atención, ayude o estimule su maduración y también que sea seguro de acuerdo a su edad, con el fin de evitar accidentes.
Los menores de cinco años son lo más expuestos a sufrir percances, por lo que deben evitarse aquellos que desprendan objetos pequeños, ya que podrían ser introducidos a la boca, provocar asfixia o intoxicación por el plomo que hay en la pintura de algunos de éstos, alertó Karina Gálvez Yáñez, neumóloga pediatra del Servicio de Pediatría, del Hospital General Regional número 1 “Dr. Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro” del IMSS.
La especialista consideró importante que los padres comprendan por qué y para qué deben jugar los niños, pues los regalos no siempre tienen un objetivo claro; los infantes, dijo, toman importancia al juguete en la medida en que los mayores le dediquen tiempo e interés a usarlos y divertirse con ellos.
“Es de suma importancia jugar con los niños para mantener lazos familiares y mejorar la comunicación, esto permite desarrollar relaciones psicosociales y físicas, así como mejorar facetas de su personalidad, brinda mayor seguridad para relacionarse con el entorno, incrementa su creatividad, perfecciona sus habilidades al canalizar su energía física, mental y emocional”, explicó la pediatra.
Señaló que desde los primeros meses del embarazo pueden regalarse discos de música; “se ha visto que Mozart, Vivaldi o algunos sonidos de animales como el de los delfines estimula su cerebro y esto conlleva a mejorar el coeficiente intelectual”.
Añadió que en los primeros seis meses de vida los juguetes más adecuados son los que están hechos de tela con diferentes texturas, colores y sonidos, que lo impulsen a sentarse o rodar para posteriormente iniciar el gateo; asimismo, se debe tener cuidado con sonajas u objetos pesados, ya que aún no controlan los movimientos de las manos y pueden golpearse.
Del primero al segundo años de edad se recomiendan aquellos con los que puedan sostenerse de pie para impulsarlo a caminar, juegos con música, colores que llamen su atención, objetos que puedan meter y sacar en un mismo juego, pero que no sean de piezas pequeñas o se desprendan; las figuras de animales les permitirán identificar los sonidos de cada uno, así como los que les ayuden a conocer partes del cuerpo.
De los dos a los tres años, juguetes que puedan empalmar, cubos para hacer torres, rompecabezas con pocas piezas y grandes, juegos que les permitan identificar cada uno de los colores y que les ayuden a desarrollar el pensamiento y habilidad motriz; también películas animadas con las que empiecen a recordar lo visto y contar sus propias historias.
De los tres a los seis años se sugieren cuentos, títeres y libros para que el niño incremente su concentración, pueda mantenerse cierto tiempo en una actividad e inicie el gusto por la lectura; de igual forma es importante mantener una actividad física con el uso de triciclos, bicicletas, patines, siempre y cuando sean supervisados por un adulto y estén protegidos con casco, coderas y rodilleras para evitar accidentes con fracturas o heridas.
La pediatra considera que a partir de los seis años los videojuegos son una buena opción, siempre y cuando los utilicen por tiempos cortos, supervisados por un adulto y que no sean relacionados con violencia ni guerra.
Gálvez Yáñez enfatizó que el mejor regalo para un niño en esta época o en su cumpleaños no siempre es el más caro, “es una herramienta que ayudará a fomentar la creatividad y la imaginación, importantes en todas las etapas de su vida, principalmente en preescolar y escolar donde se estimula al máximo su inteligencia”.
Los menores de cinco años son lo más expuestos a sufrir percances, por lo que deben evitarse aquellos que desprendan objetos pequeños, ya que podrían ser introducidos a la boca, provocar asfixia o intoxicación por el plomo que hay en la pintura de algunos de éstos, alertó Karina Gálvez Yáñez, neumóloga pediatra del Servicio de Pediatría, del Hospital General Regional número 1 “Dr. Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro” del IMSS.
La especialista consideró importante que los padres comprendan por qué y para qué deben jugar los niños, pues los regalos no siempre tienen un objetivo claro; los infantes, dijo, toman importancia al juguete en la medida en que los mayores le dediquen tiempo e interés a usarlos y divertirse con ellos.
“Es de suma importancia jugar con los niños para mantener lazos familiares y mejorar la comunicación, esto permite desarrollar relaciones psicosociales y físicas, así como mejorar facetas de su personalidad, brinda mayor seguridad para relacionarse con el entorno, incrementa su creatividad, perfecciona sus habilidades al canalizar su energía física, mental y emocional”, explicó la pediatra.
Señaló que desde los primeros meses del embarazo pueden regalarse discos de música; “se ha visto que Mozart, Vivaldi o algunos sonidos de animales como el de los delfines estimula su cerebro y esto conlleva a mejorar el coeficiente intelectual”.
Añadió que en los primeros seis meses de vida los juguetes más adecuados son los que están hechos de tela con diferentes texturas, colores y sonidos, que lo impulsen a sentarse o rodar para posteriormente iniciar el gateo; asimismo, se debe tener cuidado con sonajas u objetos pesados, ya que aún no controlan los movimientos de las manos y pueden golpearse.
Del primero al segundo años de edad se recomiendan aquellos con los que puedan sostenerse de pie para impulsarlo a caminar, juegos con música, colores que llamen su atención, objetos que puedan meter y sacar en un mismo juego, pero que no sean de piezas pequeñas o se desprendan; las figuras de animales les permitirán identificar los sonidos de cada uno, así como los que les ayuden a conocer partes del cuerpo.
De los dos a los tres años, juguetes que puedan empalmar, cubos para hacer torres, rompecabezas con pocas piezas y grandes, juegos que les permitan identificar cada uno de los colores y que les ayuden a desarrollar el pensamiento y habilidad motriz; también películas animadas con las que empiecen a recordar lo visto y contar sus propias historias.
De los tres a los seis años se sugieren cuentos, títeres y libros para que el niño incremente su concentración, pueda mantenerse cierto tiempo en una actividad e inicie el gusto por la lectura; de igual forma es importante mantener una actividad física con el uso de triciclos, bicicletas, patines, siempre y cuando sean supervisados por un adulto y estén protegidos con casco, coderas y rodilleras para evitar accidentes con fracturas o heridas.
La pediatra considera que a partir de los seis años los videojuegos son una buena opción, siempre y cuando los utilicen por tiempos cortos, supervisados por un adulto y que no sean relacionados con violencia ni guerra.
Gálvez Yáñez enfatizó que el mejor regalo para un niño en esta época o en su cumpleaños no siempre es el más caro, “es una herramienta que ayudará a fomentar la creatividad y la imaginación, importantes en todas las etapas de su vida, principalmente en preescolar y escolar donde se estimula al máximo su inteligencia”.